9 de septiembre de 2008

Castigo

Analía no perdona.

Analía castiga.

De novia con Edu, no soportaba los celos que le despertaba él, tan "cariñoso" con sus amigas, con sus primas, con sus vecinas...

Analía hacía unas escenas terribles, se descontrolaba, era capaz de amenazar con una cachetada que nunca llegaba a la cara de Edu, que la frenaba justo.

Lo cansaba tanto que él, entonces, a propósito, más meloso se volvía con las chicas si veía que Analía sacaba trompa y se ponía colorada de la bronca.

Hasta que Analía decidió castigarlo. Y dejó de cuidarse. Y no avisó.

Y quedó embarazada. Y Edu, feliz y exultante, se creyó el hombre más dichoso. Secretamente deseaba que la venida de un hijo calmaría un poco a Analía ya que ella tendría algo de qué ocuparse. Y él dejaría de ser el centro de su atención.

Nada más lejos. El embarazo la puso peor, más insegura, más celosa, más desconfiada y Edu no aguantaba más y decidió castigarla él también. Tuvo su primer desliz, su primer aventura, su primera infidelidad... y le encantó!

Cuando el bebé nació, Edu se sintió mejor, más feliz pero a la vez, más hombre y decidió hacer su vida, ser feliz a su manera, lejos de la bruja loca en que se había convertido Analía, ya que la llegada del hijo no le trajo la paz esperada.

Edu iba a trabajar y venía a cualquier hora. Analía, con el bebé en brazos, a los gritos pelados.

A los pocos meses, Analía se entera por terceros lo que sospechaba.

Al mes, Analía embarazada por segunda vez.

Edu aguantó como pudo el estado demencial de Analía hasta que nació la nena. Nació la nena y no hubo cambios en ninguno de los dos.

Y Analía volvió a castigar. Embarazada del tercero, Edu decidió dejarla. Y de ahora en más, se verán en Tribunales.