27 de julio de 2008

Ella

Bruta, tonta, hueca... No sé cómo catalogarla. Mirá cómo será que el marido me parece Einstein.

Boba? Tarada? Estúpida?

Primero quisiera poder describirte la voz: aguda pero fuerte, con un dejo nasal. Me causa alergia verla reír y que muestre sus dientes cuadrados y separados mientras su mandíbula prominente pareciera ensancharse.

Tiene la particularidad de decir tonterías, nimiedades, comentarios vacíos cuando nadie le pide opinión. Metida, preguntona, se mete en las conversaciones que no le interesan y mira seria con sus ojos saltones mientras frunce los labios.

Lo curioso es que ella se cree, además de sagaz e inteligente, una persona con una sensibilidad extrema: bondadosa (aunque en realidad es pegajosa), caritativa (cuando en realidad es miserable).

Ella igual es feliz o se esfuerza bastante en parecerlo. Su mundo de mediocridad se adecuó perfectamente a estos tiempos tan frívolos y chatos.

14 de julio de 2008

Cálculo

Gustavo creció escuchando los lamentos de su madre: que quedó embarazada y no terminó el secundario, que no pudo ir a la universidad y se perdió de hacer lo que casi todas sus ex compañeras hacían: empezar medicina o abogacía, enganchar un futuro médico o abogado, abandonar y casarse. Siempre concluía que tendría que haber calculado mejor.

Cuando Gustavo terminó el secundario, no tenía idea de qué quería seguir. Escuchó por ahí que las minas que elegían Diseño Gráfico estaban "todas buenas" y que además "tenían guita" y reflexionó, calculó y empezó.

Le costó bastante aprobar el primer año porque no era su vocación pero conoció a Verónica, hija única de papá y mamá empresarios. Comenzó un noviazgo feroz, fugaz y patético: Verónica no había terminado de conocerlo bien cuando, valiéndose de su locura heredada, Gustavo la endulzó con el verso de tener un hijo. Confundida, accedió y concibió.

Gustavo logró casarse de apuro mientras Verónica se sentía la mujer más desgraciada y la "abuela paterna", sonría feliz, orgullosa hasta el infinito de su hábil retoño.

El cálculo, esta vez, dio resultado.

9 de julio de 2008

Mentira

No. No te creo. No me digas eso, no me vengas con ese verso. Si escucharte decirlo te hace bien, te comprendo pero no puedo creer que te hayas tragado ese sapo!

Si después de 4 años de convivencia te sale un día cualquiera con un "quiero estar solo", vos le creés que es por un "crecimiento personal"??!!?

No! Te leyó una Para Tí! Es mentira! Te dijo eso porque o le da culpa decirte la verdad y no quiere lastimarte o no quiere reconocer que no te quiere más... O... que conoció otra! Me juego a que fue esto último, de otra forma no te hubiese sorprendido su decisión.

No quieras dar la imagen de superación repitiendo la huevada que te dijo. Te hace quedar como una estúpida. Enfrentalo y mandalo al diablo. Que se hunda en la culpa, escupile todas las maldiciones que se te ocurran así te sacás la angustia y se la dejás a él.

Samaritana? Comprensiva? Jamás! Bitch all the way!

6 de julio de 2008

Maestra

Me sorprende enterarme de que vos, que fuiste una alumna brillante desde jardín de infantes, hayas decidido ser maestra! Bueno, muy loable de tu parte, debe ser una verdadera vocación, algo que (lo sé bien) le falta al, diría, 80% de las que ingresan a dicha carrera.

La mayoría entra porque sabe que es una salida laboral rápida y segura, no requiere nada de esfuerzo, algo tan paradójico, teniendo en cuenta que ellas van a ser el motor principal de la calidad educativa!

Bueno, así estamos...

Me imagino los cascotes que debés tener de compañeras! Sé muy bien por qué lo digo y lo he visto:

- Pasan más tiempo en el pasillo que en el aula, las futuras maestras.

- Durante las clases toman mate y se llenan de migas de galletitas.

- Mientras algún profesor explica algo, muchas simulan que toman nota pero están escribiendo alguna cartita (llena de faltas de ortografía, te lo garantizo!) o dibujando "Hello Kitty" o alguna otra huevada.

Una vez los chicos de fotocopiadora notaron que las chicas venían con varios apuntes y les pedían reducciones, lo mínimo posible pero que estuvieran legibles (por supuesto que no usaron esa palabra, dijeron "que se pueda leer").

Intrigados, le preguntaron para qué. Y muy sueltas y sonrientes respondieron que ésos eran sus machetes.

Uno no aguantó y les dijo: "Espero que mis hijos no las tengan de maestras a algunas de ustedes!"

Vos creés que alguna se puso colorada? Se rieron como hienas!