12 de julio de 2007

Paracaidista

Ah, me encanta...

Me encanta porque caíste de la nada, no sé quién te banca, te acomodaste en un escritorio, empezaste a meter tus narices y a mandar, con elegancia, si, pero a mandar…

Abriste el catálogo de la librería y empezaste a hacer tu pedido.

Llegaron tus cosas para el escritorio pero vos ya no estabas.

Desapareciste por 10 días, volviste hoy (taaaarde) y empezás a darme cosas y cosas para hacer y vos, primorosa, volvés a apoyar tu culo chato sobre la silla. Y a llamar por teléfono vaya uno a saber a quién.

Quién te creés que sos!? Quién te creés que soy!?

Mientras me enumerabas todo lo que tenía que hacer, te interrumpí con un certero “Pero vas a venir mañana...” “Eh…no…Pero fijate que lo que te pedí esté hecho para mañana…” y dudaste y pusiste cara de que te diste cuenta de lo poco responsable que sos.

Seguramente viste que algo se me notó, por cómo te miré: tal vez la lista de insultos se reflejaron en mis ojos.

Pudiste leerme? Bueno, todo eso es lo que pienso de vos.

4 comentarios:

MM dijo...

Probá con veneno en el café.

OK. Es impropio y desprolijo, pero te ahorraría disgustos.

F. Fabian S. dijo...

seguro gana mas que vos

Ariana Aaron dijo...

Mr Groncho,

no, no y no! No insista! Ya le dije que soy mala pero no asesina!

F. Fabian,

seguramente. Generalmente las paracaidistas ganan más que el resto, sobre todo comparado con lo que gana una recepcionista.

Faco dijo...

Troque veneno por laxante y déle una excusa para ausentarse. Sería desagrable, pero morboso.